De primeras podría sorprenderte, pero cuando conozcas todo el contexto de la historia que rodea a esta sudadera y a la DGT lo entenderás. Tenemos que remontarnos al pasado jueves 23 de febrero durante un examen de conducir teórico en Pontevedra.
Fue entonces cuando la Guardia Civil gallega sorprendió a un hombre con un pinganillo, clásica artimaña esta que quizás hayas practicado en tus años locos o conocido a alguien que lo hacía. De una forma o de otra siempre se acaba pillando al infractor…
3«Usted, el de la sudadera, acompáñenos a esta sala, por favor»
Para evitar molestar al resto de personas que estaban realizando el examen, los agentes decidieron esperar al final de la prueba, momento en el que requirieron al hombre de actitud sospechosa para que les acompañase a una sala anexa, donde le registraron sin ningún tipo de reparo, a sabiendas de que encontrarían cosas interesantes.
Muy bien escondido en la ropa encontraron un teléfono móvil oculto orientado de tal forma que con la cámara captaba imágenes en buena calidad de los test, que eran enviadas a otra persona que estaba en el exterior de las instalaciones. Mediante un pinganillo, ambas personas estaban permamentemente comunicadas y de esta forma el aspirante recibía las respuestas correctas del test en busca del aprobado.