Hablar de coches híbridos convencionales, supone tener presente marcas muy instauradas en el sector, debido a su apuesta inicial en este proceso de transición energética. Desde el lejano oriente y las tierras donde nace el sol, Toyota, KIA, Hyundai y otras, llegaron al viejo continente para inundar las carreteras y las calles de las capitales europeas, ostentando así la corona indiscutible de este sector automovilístico al alza e imparable.
Los fabricantes europeos por su parte, decidieron no obviar el paso intermedio que supone el hibrido enchufable, y su catalogo se queda muy corto cuando han de ofrecer un hibrido puro o no enchufable.
No obstante, Ford tiene a la venta un modelo que recurre a esta mecánica y que, tal vez, no obtiene toda la atención que merece en el ámbito comercial.
4Lo que no cambia con otros Kuga
El habitáculo es prácticamente idéntico al de cualquier otro Kuga, solo hay dos detalles que lo distinguen: una instrumentación con un potenciómetro (en lugar de cuentarrevoluciones) e indicadores relativos al funcionamiento del sistema de impulsión y un menú específico en la pantalla del sistema multimedia que muestra de manera gráfica y esquemática los flujos de energía en tiempo real. Se echa en falta un indicador del nivel de carga de la batería.
El maletero de esta versión tiene 411 litros de capacidad, exactamente lo mismo que el Kuga Híbrido enchufable pero 64 menos que el de cualquier otra versión. Esta pérdida no se da en el espacio de carga principal, que es idéntico, sino en el que queda justo bajo el piso.
