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sábado, 23 noviembre 2024

Suzuki Swace. Primera prueba

El Suzuki Swace es el segundo vehículo híbrido, tras el Across, que nace tras la colaboración con Toyota, y forma parte de la solución para rebajar las emisiones de CO2 y paliar en parte las sanciones que entrarán en vigor el 1 de enero en Europa. En cualquier caso la marca japonesa no cumplirá en 2021 con las exigencias que marca la Administración y es muy posible que hasta 2023 no se ponga al día, momento en el que llegarán dos vehículos eléctricos desarrollados ya por Suzuki. Por lo tanto, este nuevo lanzamiento es un 'alivio', pero no la solución definitiva, aunque también es una gran puerta de entrada al segmento C con este formato, del que carecía hasta ahora.

Tu cara me suena

Realmente si nos preguntas cómo es el nuevo Suzuki Swace, la respuesta es sencilla: idéntico al Toyota Corolla Touring Sports. Tal cual. Y es que si en el Across sí que se trabajó algo más la personalización propia, en esta variante familiar la única diferencia la encontramos en la parrilla frontal y en el cambio de los logos corporativos. Punto. El resto es un calco de su compatriota. Además el acuerdo pasa por la carrocería familiar, que representa un 18 por ciento de las ventas en este segmento. No habrá, por tanto, variante hathback, por lo que se queda sin la porción más sabrosa a nivel de ventas. En cualquier caso, Suzuki tiene un cupo de ventas de 500 unidades anuales en el mercado español de este modelo, aunque quizás se podría renegociar…

No hay sorpresas por tanto en medidas, habitabilidad, sistema híbrido… y sólo hay pequeños matices en cuanto a equipamiento. El Swace mide 4,66 metros de longitud, 1,79 de anchura y 1,46 de altura, con una distancia entre ejes de 2,70 metros. Las llantas de serie son de 16 pulgadas (su hermanastro puede llevarlas de 17) y los raíles de techo se ofrecen en su dotación de serie

Calidad y espacio interior

También el interior es una fotocopia del Toyota, salvo el logo del volante. Se remata con calidad y ofrece espacio y soluciones prácticas por todo el habitáculo. Pero lo mejor quizás sea el maletero, que brinda un volumen de 596 litros. Cuenta con un doble fondo bajo el piso y si se abate el respaldo trasero (60/40) la capacidad se incrementa hasta los 1.232 litros. Esta maniobra se hace de manera fácil, con sólo accionar unos mandos laterales, resultando una superficie de carga totalmente plana. El piso cuenta con una bandeja inferior reversible en acabado resina muy fácil de limpiar.

El conductor recibe información de una manera clara e intuitiva gracias a un display de LCD de 7 pulgadas en el cuadro de mandos, escoltado por información analógica del cuentarrevoluciones, el nivel de combustible y la temperatura del líquido de refrigeración. La pantalla táctil del salpicadero es de 8 pulgadas, presenta conectividad Android Auto y Apple CarPlay, además de una cámara trasera. El volante y las butacas delanteras están calefactadas, el climatizador es bizona y añade un práctico cargador inalámbrico para el móvil.

Híbrido autorrecargable

Todo esto está muy bien, pero Suzuki ha llegado a un acuerdo con Toyota por su eficiente y fiable sistema híbrido. Tampoco hay cambios. Está compuesto por un motor de gasolina de 1.8 litros que rinde 98 CV y 142 Nm de par máximo y un propulsor eléctrico que rinde 72 CV y 163 Nm. Ambos se ubican en la parte delantera y la potencia conjunta es de 122 CV. La transmisión es tipo CVT (variador contínuo) y el sistema eléctrico se alimenta con la energía que recibe desde una batería de iones de litio de 3,6 Ah de capacidad. Tiene una tensión nominal de 207 V, está compuesta por 56 celdas, refrigerada por aire y se ubica debajo del asiento trasero. Se carga por efecto de la frenada regenerativa, a diferencia del Across, que pese a contar también con esta función, su mayor capacidad, al tratarse de un híbrido enchufable, necesita acudir a una toma exterior.

Lógicamente tampoco hay diferencias con lo ya conocido en cuanto a dinámica, tacto general y consumos. El conductor puede elegir entre los perfiles Eco, Normal y Sport en el asistente de conducción, variando ligeramente algunos parámetros de la dirección, el acelerador y el cambio. Además cuenta con un modo EV que permite circular de manera exclusivamente eléctrica si hay carga suficiente en la batería. En el mejor de los casos será complicado cubrir un par de kilómetros.

Ideal en conducción tranquila

El Swace es una balsa de aceite en un tipo de conducción sosegada. En ciudad y travesías el sistema eléctrico gana protagonismo, ofreciendo un refinamiento y silencio en marcha sobresalientes. También si salimos en carretera sin grandes pretensiones. Si apostamos por este tipo de conducción, en un largo trayecto de casi 100 kilómetros y que contemplaba escenarios de carretera virada, subidas y bajadas constantes, y un tramo de autovía, el consumo se fijó en 4,9 litros. La media homologada por el fabricante es de 4,5 litros en ciclo WLTP. El sistema híbrido conlleva la etiqueta medioambiental ECO.

Si apostamos por un perfil más deportivo, el consumo no se dispara especialmente (6,5 litros), pero sí la rumorosidad y, por tanto, se reduce el agrado general. La 'culpa' es del cambio CVT. Es una delicia si nos lo tomamos con tranquilidad, pero si hundimos el pie en el acelerador sin contemplaciones protagoniza una especie de 'resbalamiento' que no nos gusta. De repente las revoluciones suben de manera fulgurante y la aguja se queda arriba, pero el incremento de la velocidad no va de mano. Ese 'desajuste' es mucho menos acusado en rivales híbridos que montan una transmisión automática con doble embrague. De todos modos Toyota ha ido ajustando este aspecto en sus últimos modelos, y el Swace se beneficia, por tanto, de ello.

Estas son sus prestaciones

En cualquier caso es el típico vehículo que te transmite calma, casi no apetece correr. Si lo hacemos la velocidad máxima es de 180 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 11,1 segundos. También su comportamiento es noble y estable. No es tan ágil como un Seat León Sportstourer o un Ford Focus Sportbreak, pero se muestra sólido en los cambios de apoyo y la dirección transmite, aunque no es especialmente rápida (2,8 vueltas de volante). El tacto del pedal del freno está cada vez mejor conseguido, pero sigue siendo algo 'raro' en su primer tercio de recorrido, en el que todavía regenera energía. Luego ya entra la frenada mecánica en acción.

A nivel de equipamiento pocas pegas se le pueden pedir. El Swace se comercializa con dos niveles de acabado. El de entrada GLE ya contempla un verdadero arsenal. Bajo el paraguas Safety Sense incorpora elementos como un sistema Pre-colisión, asistentes de luces de carretera y de reconocimiento de señales de tráfico, control de velocidad adaptativo, alerta de cambio de carril con función de mantenimiento de trayectoria, alerta de fatiga del conductor, cámara trasera, asientos delanteros y volante calefactados, faros LED, cristales tintados, asistente de arranque en rampa, freno de estacionamiento eléctrico… El GLX añade faros Full LED, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, asistente de aparcamiento automatizado, acceso y arranque sin llave, control del ángulo muerto y alerta de tráfico cruzado en la zaga.

Disponible con dos acabados

El Swace está a la venta desde 27.995 euros, aunque con la fuerte campaña de descuentos se queda en 23.545 euros. El acabado GLX incrementa la factura hasta los 29.800 euros (25.350 con promoción). Son apenas 400 euros más que el Toyota Corolla Touring Sports. Nuestro consejo es fácil. Ver las ofertas de ambos modelos en el momento de la compra y el que mejor precio oferte será el elegido porque es el mismo vehículo. Pocas veces dos modelos son tan iguales como en este caso.

Y es que su aliado es también su máximo rival porque actualmente no hay más modelos con carrocería familiar y tecnología híbrida en este segmento. Sí que podemos optar por otros similares, como los mencionados Seat León Sportstourer o el Ford Focus Sportbreak, pero estos dos vehículos recurren a la tecnología híbrida ligera de 48V, menos sofisticada que la de nuestro protagonista, que sí es un híbrido 'en toda regla'. Eso sí, en todos los casos tendremos la etiqueta medioambiental ECO.