En un mundo donde la innovación en automovilismo en los talleres se mezcla cada vez más con la tecnología de vanguardia, el canal de YouTube 1Ten Garage ha dado un paso audaz y sorprendente. Este lugar de entusiastas de la mecánica ha logrado crear un pistón para un quad de 125 centímetros cúbicos utilizando tecnología de impresión 3D para reemplazar algunas partes del coche.
La idea, que podría haber sido considerada descabellada por muchos expertos, es parte de un experimento que demuestra el potencial de esta tecnología para revolucionar la fabricación de piezas automotrices. Obviamente, todavía no han logrado reemplazar completamente un accesorio del motor con estas impresiones, pero si mostraron un gran avance con esta tecnología.
La innovación de las impresiones 3d en el taller de 1Ten Garage
Inicialmente, 1Ten Garage imprimió un pistón con dimensiones y simetría exactas al de un pistón convencional, pero hecho en plástico. Sin embargo, los resultados iniciales no fueron prometedores. Cuando intentaron poner en marcha el quad con esta primera versión, el pistón no lograba alcanzar el nivel de compresión necesario debido a un desgaste excesivo en el material. La fragilidad del plástico resultó en una pieza que, aunque perfectamente formada, no podía soportar la presión y fricción generadas en el interior del motor.
Ante este contratiempo, el equipo decidió llevar su proyecto un paso más allá, utilizando un material más avanzado. En el taller optaron por imprimir el pistón en fibra de carbono, un material notable por su alta resistencia y durabilidad. La fibra de carbono, mucho más robusta que el plástico común, permite crear piezas que soportan mejor las condiciones extremas de un motor en funcionamiento. Además, en esta segunda versión, incorporaron guías para los aros del pistón, un detalle esencial para asegurar el correcto movimiento de la pieza en el motor y optimizar su desempeño.
El resultado de esta innovación hecha en el taller
El resultado superó todas las expectativas: el quad no solo arrancó, sino que se mantuvo en marcha y fue posible conducirlo por un período de 10 minutos. Esto marcó un hito en el proyecto y en el mundo de la mecánica: un pistón impreso en 3D había logrado soportar las condiciones necesarias para que un vehículo funcione. Aunque fue un éxito a corto plazo, esta segunda versión también enfrentó una limitación importante: al cabo de algunos minutos, el calor generado en el motor terminó fundiendo el pistón de fibra de carbono.
A pesar de la falta de durabilidad de la pieza, el experimento de 1Ten Garage abre nuevas posibilidades en el campo de la fabricación de piezas automotrices personalizadas y de bajo costo. La tecnología de impresión 3D ofrece la capacidad de crear prototipos de piezas en tiempos reducidos y con menos gasto en materiales. Aunque este pistón en particular no soportó el uso prolongado, proyectos como los de este taller podrían inspirar a la industria a desarrollar materiales avanzados que sí lo hagan.