El debate que suscita el tipo de tracción de un coche es muy amplio y flexible, a la par que de los mas recurrentes entre los apasionados del motor. Quizás son tantos los factores que influyen en la elección del tipo de tracción que es suficiente complot argumental para poder extendernos un rato en las diferencias.
3Empujando el peso
En la tracción trasera o propulsión, lo que encontramos es que mientras la fuerza motriz se fabrica en la parte delantera (salvo que el motor se encuentra en la parte posterior, como sucede en infinidad de deportivos y marcas no europeas, especialmente las americanas clásicas) ha de ser transmitida mediante el sistema oportuno, que suelen ser un árbol o barras y engranajes hasta el tren trasero. Esto aporta un peso extra en el coche que puede elevar el consumo de combustible.
En cuanto a la conducción, esta mas indicada para conductores con mas experiencia o deportiva. La dificultad de controlar un anomalía por subviraje o sobreviraje estriba precisamente en el tiempo de reacción, ya que mientras la tracción se desplaza junto con el coche, en la maniobra, la respuesta de dirección al estar en un tren distinto se retarda, lo que hace mas difícil el control del vehículo. Cuantas veces hemos visto al grandísimo Sainz entrar en una curva con la dirección ya girada para contrarrestar el golpazo trasero en la curva. Se requiere experiencia y mucha anticipación, especialmente a altas velocidades.
