El alcohol y la conducción son una mezcla letal. Más de la mitad de los accidentes de tráfico lo tienen como protagonista, un dato alarmante que refleja una realidad difícil de combatir. Aunque algunos países han avanzado en la lucha contra esta lacra, fomentando figuras como el conductor abstemio o el uso de transportes alternativos, todavía queda un largo camino por recorrer.
4Soluciones: educación, controles y alternativas
El camino para erradicar el alcohol al volante pasa por una combinación de educación, controles estrictos y opciones de transporte seguras. Algunos países ya han adoptado medidas eficaces:
- Educación vial desde la infancia: Programas que inculquen responsabilidad en el consumo de alcohol y conducción.
- Tolerancia cero: Reducción de los límites permitidos de alcohol en sangre para conductores.
- Tecnología preventiva: Instalación de alcoholímetros en vehículos para impedir que arranquen si el conductor ha bebido.
- Fomentar alternativas: Servicios de taxis, transporte público y conductores designados.