El alcohol y la conducción son una mezcla letal. Más de la mitad de los accidentes de tráfico lo tienen como protagonista, un dato alarmante que refleja una realidad difícil de combatir. Aunque algunos países han avanzado en la lucha contra esta lacra, fomentando figuras como el conductor abstemio o el uso de transportes alternativos, todavía queda un largo camino por recorrer.
5La Guardia Civil y su papel clave
En España, la Guardia Civil trabaja incansablemente para combatir esta problemática. Sus controles de alcoholemia son esenciales para disuadir y sancionar a quienes ponen en riesgo la vida de los demás. Sin embargo, el esfuerzo no solo debe recaer en las autoridades; la sociedad en su conjunto debe asumir su responsabilidad.
Cada vez que un conductor se pone al volante después de beber, no solo arriesga su vida, sino también la de todos los que comparten la carretera. Por eso, el mensaje debe ser claro: tolerancia cero al alcohol al volante.
Los casos extremos, como los registrados en Argentina, deben servir como un recordatorio de los peligros del alcohol en la conducción. Aunque parezcan anecdóticos, reflejan una realidad que puede evitarse con educación, prevención y un cambio de mentalidad. Porque ninguna copa vale una vida, ni la tuya ni la de los demás.
