Los robo taxis prometían revolucionar el transporte urbano, pero en San Francisco están generando una nueva controversia: las multas de estacionamiento. Los coches autónomos de Waymo, una de las empresas pioneras en este tipo de tecnología, han recibido 589 multas solo en 2024. Lo más llamativo no es solo la cifra, sino el hecho de que no hay conductores humanos que puedan rendir cuentas por estas infracciones.
Según datos de la Agencia Municipal de Transporte de San Francisco, estas multas representan una acumulación de más de 65.000 dólares. En total, son más de 300 los vehículos de Waymo que circulan por la ciudad, y juntos han recorrido más de 10 millones de millas hasta septiembre del año pasado. Sin embargo, este ambicioso despliegue parece haber ignorado un pequeño gran detalle: las normas básicas de estacionamiento.
¿Qué infracciones cometen estos coches sin conductores?
Del total de infracciones, 138 fueron por no respetar las restricciones de limpieza de calles, 134 por obstrucción del tráfico, 77 por estacionarse en zonas prohibidas y 74 por aparcar en doble fila. Incluso en Los Ángeles, donde la empresa también opera, los robotaxis fueron multados 75 veces en 2024. Es evidente que la inteligencia artificial de estos vehículos aún no domina el arte de aparcar sin molestar.
El problema no es menor. Sterling Haywood, agente de control de estacionamiento en San Francisco, relató haber multado a un Waymo que llevaba horas detenido en un espacio reservado para la limpieza. Para algunos, esto puede parecer una infracción menor. Sin embargo, expertos como Michael Brooks, del Centro para la Seguridad Automovilística, advierten que este tipo de bloqueos puede provocar situaciones peligrosas en el tráfico, obligando a otros conductores a hacer maniobras de evasión.
¿Cuál es la justificación de Waymo sobre sus taxis?
Waymo, por su parte, defiende su sistema. Afirma que sus vehículos, modelos Jaguar I-Pace adaptados, están programados para tomar decisiones seguras, incluso cuando se trata de estacionar. Según el portavoz Ethan Teicher, muchas de las infracciones ocurren en los pocos minutos en que los vehículos recogen o dejan a los pasajeros. En esos casos, la IA prioriza no detenerse en vías principales o zonas alejadas, incluso si eso implica ocupar brevemente una zona no permitida.
Pero más allá de las sanciones económicas, el rechazo social crece. No son pocos los vecinos de San Francisco que consideran a los robotaxis un incordio. El año pasado, uno de ellos fue incendiado durante las celebraciones del Año Nuevo Lunar, y en otra ocasión, una decena de vehículos de Waymo colapsó un estacionamiento tocando la bocina durante la madrugada.