Hasta un 5% de los accidentes durante temporales son debidos al viento y al temido efecto pantalla. Parece poco, pero anualmente se registran más de 170 accidentes debido a este fenómeno meteorológico que ni siquiera se ve.
2Efecto doble
En este caso el efecto es doble. Inicialmente el vehículo de grandes dimensiones nos protege del viento, con lo cual nos confiamos y podemos dar un volantazo al quedar protegidos de la acción del viento. Esto nos obligaba a contravolantear ligeramente para que no nos empuje fuera de nuestro carril. Pero la segunda parte, y más delicada aún si cabe es cuando salimos del abrigo de la carrocería del camión y quedamos de nuevo expuestos a la violencia del vendaval. Pues puede que nos hayamos confiado y que seamos sorprendidos por una ráfaga de aire que nos empuja fuera de nuestro carril.
En ambos casos se trata de una situación extremadamente delicada a la debemos anticiparnos para no ser sorprendidos. Además hay que tener en cuenta que muchas veces los temporales no son solo de viento. Sino que pueden llegar acompañados de agua, con lo cual la superficie de la carretera encima está resbaladiza. Esto completa el cóctel perfecto para que podamos sufrir un accidente de consecuencias impredecibles.
Como hemos dicho antes lo mejor es sujetar el volante con firmeza pero sin agarrotamientos. Y que nos dejemos llevar por el motor de nuestro coche, si de repente percibimos un golpe de aire hay que corregir la trayectoria pero de forma progresiva, nunca brusca. Esto podría generar una pérdida de control del vehículo y con ello un accidente.