En la actualidad, la penetración de los coches eléctricos en nuestra rutina diaria ha traído consigo una serie de cambios que influyen en la experiencia de conducción en comparación con los vehículos de combustión interna. Estas diferencias, en ocasiones desconocidas o pasadas por alto, juegan un papel fundamental a la hora de aprovechar al máximo las características de estos automóviles y evitar situaciones incómodas, como quedarse sin energía en medio de un viaje.
A lo largo de este artículo, exploraremos algunas de las consideraciones esenciales que distinguen la conducción de coches eléctricos y que son esenciales para comprender a fondo esta experiencia.
4Conducción adaptada a la transmisión automática
En la actualidad, la mayoría de los modelos de coches pueden equiparse con transmisiones automáticas, lo que es familiar para muchos conductores. En el caso de los coches eléctricos, todos incorporan esta tecnología de serie. En consecuencia, la combinación de una conducción eficiente y la elección adecuada de los modos de conducción resulta esencial.
La ausencia de caja de cambios y embrague en estos vehículos brinda una entrega instantánea de potencia. Por lo tanto, optar por modos de conducción eco y evitar maniobras bruscas, como aceleraciones y frenadas intensas, puede prolongar la autonomía y reducir el consumo energético asociado a periféricos conectados al vehículo.
