En un movimiento histórico, el gobierno local de la provincia de Jiangsu, en el este de China, ha autorizado oficialmente a sus funcionarios públicos a adquirir vehículos del fabricante estadounidense Tesla para uso laboral.
Este cambio de política marca un hito significativo, permitiendo por primera vez la compra de estos vehículos para funcionarios, pero con la condición de que sean modelos producidos localmente en China. Este enfoque busca evitar interferencias de gobiernos extranjeros en la fabricación y operación de los coches, garantizando así una mayor seguridad y control sobre los datos.
Desconfianza de los militares chinos con Tesla
Durante los últimos años, los vehículos Tesla han enfrentado restricciones en varios complejos gubernamentales y militares en China debido a preocupaciones de seguridad. Se temía que las cámaras de los coches pudieran ser utilizadas para espionaje extranjero, lo que llevó a su prohibición en ciertas áreas sensibles. Esta nueva política en Jiangsu refleja una confianza renovada, siempre que los vehículos sean producidos localmente, lo que permite un mayor control sobre sus componentes y sistemas.
La lista de vehículos aprobados por el Ejecutivo de Jiangsu no se limita a Tesla. Incluye una variedad de modelos de nueva movilidad, abarcando híbridos enchufables, eléctricos puros y vehículos de alta autonomía.
Otros modelos que salen del ‘armario’
Entre estos, destacan el Aito M7 de Huawei y el Galaxy L6 de Geely, mostrando un compromiso con la diversificación y el avance tecnológico en el sector de la movilidad eléctrica. Esta decisión subraya el esfuerzo de China por impulsar la adopción de vehículos ecológicos y reducir la dependencia de combustibles fósiles.
Para operar en China, Tesla ha tenido que cumplir con estrictas normativas locales sobre datos. Desde el inicio de sus operaciones, la compañía estadounidense modificó sus sistemas informáticos y estableció un centro de datos en Shanghai, donde almacena y procesa toda la información recopilada de sus vehículos en China. Esta medida fue crucial para cumplir con las regulaciones chinas y asegurar la privacidad y seguridad de los datos.
A principios de 2024, durante una visita de Elon Musk a China, Tesla se vio obligada a adaptar aún más sus operativas para cumplir con nuevos requisitos sobre seguridad y privacidad de datos, lo que permitió la aprobación inicial para desplegar su función de conducción asistida. Estos esfuerzos reflejan la disposición de Tesla para alinearse con las normativas locales y mantener su presencia en el mercado chino.
No pinta demasiado bien para Tesla en China
A pesar de estos avances, Tesla enfrenta desafíos en el mercado chino. Según datos preliminares de la Asociación de Turismos de China, se espera que los envíos de Tesla al país en junio se desplomen más de un 24% en términos interanuales.
Esta caída en los envíos podría atribuirse a varios factores, incluyendo la creciente competencia de fabricantes locales, cambios en las políticas gubernamentales y fluctuaciones en la demanda del mercado.
La decisión del gobierno de Jiangsu de permitir la adquisición de vehículos Tesla para uso oficial es un paso significativo hacia la modernización y sostenibilidad del transporte gubernamental. Esta medida no solo promueve la adopción de vehículos eléctricos, sino que también refleja un equilibrio entre la innovación tecnológica y la soberanía nacional. Al permitir solo la compra de modelos producidos localmente, se asegura que la tecnología y los datos permanezcan bajo control chino, mitigando riesgos de seguridad.
Cumplir con las estrictas normativas sobre datos
La autorización para que los funcionarios públicos de Jiangsu adquieran vehículos de la marca norteamericana marca un avance importante en la adopción de tecnologías de movilidad eléctrica en China. A través de la producción local y el cumplimiento de estrictas normativas de datos, Tesla ha demostrado su compromiso con el mercado chino, adaptándose a sus exigencias y contribuyendo al desarrollo sostenible.
Sin embargo, el camino no está exento de desafíos, y el éxito futuro dependerá de la capacidad de Tesla para mantener su competitividad y responder a las dinámicas cambiantes del mercado.
