Los conflictos laborales de Elon Musk, (Tesla, twitter-X) han marcado al ejecutivo como un negociador contrario a los sindicatos y por ende, contrario a los derechos laborales mas legítimos de los trabajadores.
Especialmente cobran relevancia los últimos desafíos del magnate con los trabajadores de Tesla, en un pais, que si bien no es el principal mercado, si es importante y que podría reportar malos resultados de ventas y de opinión publica.
En Suecia, un desacuerdo dentro de la compañía, esta siendo respaldado por el colectivo general de trabajadores suecos, y pone en jaque a Elon Musk, que sigue sin dar importancia al contencioso laboral.
1El efecto domino en Suecia
Todo tiene su origen en la negativa por parte de Tesla, de firmar un convenio con los trabajadores propios, que están cubiertos a su vez por los sindicatos colectivos, y que son la espina dorsal de un mercado laboral, ejemplar en el continente europeo.
Esta actitud esta generando una reacción en cadena de otros sectores. A los trabajadores e Tesla se están uniendo, desde sus representantes sindicales los colectivos de trabajadores portuarios, que desempeñan un papel clave en la distribución de los coches vendidos, los taxistas que actúan como compradores y los mecánicos, un sector fundamental en la posventa de los coches.
“Los convenios colectivos son la base del modelo sueco de mercado laboral”, justifica IF Metall, el poderoso sindicato sueco de la industria metalúrgica y manufacturera que representa a los mecánicos de Tesla: “Los empleados de Tesla merecen condiciones laborales dignas y seguras, como todos los trabajadores de Suecia.
Es por eso que IF Metall lleva mucho tiempo negociando con Tesla. Desafortunadamente, se han negado a firmar un convenio colectivo y, por lo tanto, violan los principios básicos del mercado laboral sueco”.