Independientemente de la mecánica eléctrica elegida para nuestro Tesla Model S (aquí se vende desde 86.000 euros en versiones 75D, 100D y P100D), todos equipan de serie las mismas llantas de aleación, que son de 19 pulgadas y vienen con neumáticos 245/45 R19. Si el cliente quería personalizarlo, la firma americana sólo le ofrecía la opción de encargar esas mismas llantas en un acabado oscuro denominado Sonic Carbon Slipstream, que tiene un precio de 1.600 euros (esta misma opción en Estados Unidos cuesta 1.500 dólares, unos 1.220 euros).
Opción de 4.800 euros
Pero ahora cualquier Tesla Model S puede equiparse con estas exclusivas llantas Sonic Carbon Twin Turbine, que son de 21 pulgadas y casan mejor con el diseño exterior de esta berlina eléctrica que acaricia los cinco metros de longitud. También se acompañan de unos neumáticos 245/35 R21, pero este toque no te va a salir nada barato, porque aquí tienen un precio de 4.800 euros. Curioso es que en Estados Unidos esta opción cuesta 4.500 dólares, que al cambio son algo así como 3.670 euros.
Hablando de llantas, decir que también ahora cualquier Tesla Model X puede equiparse con unas singulares llantas Onyx Black de 22 pulgadas, que se calzan con gomas 265/35 delante y 285/35 detrás. Y si las del Model S te parecen caras, estas ni te cuento, porque te las ofrecen por unos escalofriantes 5.800 euros. Son una alternativa a las de 20 pulgadas que utiliza de serie y que por 2.100 euros pueden ser también en acabado Sonic Carbon.