Por primera vez en la historia, los coches de Tesla comenzarán a anunciarse publicitariamente. El director ejecutivo de la marca, Elon Musk, ha aceptado que la compañía invierta en anuncios publicitarios y ha revelado esta nueva estrategia en una reunión anual de accionistas de la marca. «Probaremos algo de publicidad y veremos cómo nos va», dijo en respuesta a una inversora.
Musk había renegado anteriormente de anunciar los coches de Tesla en soportes como Internet, prensa o televisión y había confiado siempre en el ‘boca a boca’ para vender sus vehículos eléctricos.
Tesla daría así un giro en su política de marketing tras los negativos resultados de comienzos de año, en que la compañía ha comenzado reduciendo sus beneficios en casi un 25% en el primer trimestre. Una caída de las ganancias que Elon Musk ya ha advertido que puede seguir, ya que según explicó en la reunión con sus accionistas, el entorno macroeconómico será «difícil durante al menos los próximos 12 meses».
Tesla Model Y, el coche más vendido de Europa
Esta reducción de ingresos responde a la agresiva estrategia de descuentos que ha realizado la marca en los últimos tiempos y que, en Europa, por ejemplo, ha convertido a modelos como el Tesla Model Y en el coche más vendido en lo que va de año. Y es la primera vez que un eléctrico se alza con el liderazgo de ventas en el viejo continente, superando a los modelos tradicionales de combustión, como el Volkswagen Golf o el Peugeot 208.
Sobre las razones que le han impulsado ahora a tomar esta decisión, el dueño de la marca explicó en una entrevista con la CNBC que la intención de entrar en publicidad podría ser una forma de «expandirse más allá» de la base de usuarios existente de Tesla. Del mismo modo, consideró que la publicidad puede ser la manera de que muchas personas conozcan aquellas características menos conocidas de sus coches y su «asequibilidad».
En este sentido, Musk recalcaba en esta entrevista que «mucha gente todavía piensa que los Tesla son súper caros, pero ahora estamos en un punto en el que el precio base de un Tesla está por debajo del precio de venta promedio de un automóvil en Estados Unidos».