¿Alguna vez has tenido que utilizar un remolque en tu coche? Es muy habitual si no tienes suficiente espacio en el maletero e incluso necesitas transportar una bici, una moto y hasta maquinaria agrícola. En ese caso, la bola de remolque te puede salvar en muchas situaciones, aunque hay varias cosas que debes saber, porque no todas sirven.
Lo imprescindible es que la bola de remolque, sea del tipo que sea, esté homologada. Si te aseguras de que sea legal, podrás circular perfectamente con la bola de remolque, aunque en ese momento no la estés utilizando. Es decir, no tendrás que desmontarla como muchos conductores piensan.
Ahora bien, tienes que tomar algunas precauciones. Si no estás acostumbrado, puedes provocar algún daño a otro vehículo al aparcar. Y también los hay que impiden leer correctamente la matrícula trasera, así que en ese caso lo más recomendable es quitar la bola de remolque (si es desmontable) para no llevarte una multa. ¿Conoces todos los tipos que existen?
4Bola retráctil

Por último, la bola de remolque retráctil. Es mucho más cara (fácilmente puede costar más de 700 euros) y suele estar reservada para los coches de alta gama. El enganche queda plegado justo por debajo del vehículo cuando no la utilizas, así que te ahorras tener que desmontarla.
Entre los principales inconvenientes: no es compatible con todos los coches. Eso sí, la inversión merece la pena si quieres que no se vea, que no interfiera con los sensores de aparcamiento y que además tenga un mecanismo manual o eléctrico.