Se acercan las esperadas vacaciones para millones de españoles. Y este verano promete ser especial después de una larga pandemia. Tanto es así que serán las primeras vacaciones sin restricciones, sin mascarillas y con menos temor al coronavirus que nunca. Sin embargo, hay muchos españoles que no arrancarán estas ansiadas vacaciones tal y como se esperaban. Es más, muchos tendrán el primer contratiempo el primer día de la operación salida.
Muchos como que se espera que más de 100.000 conductores se quedarán tirados el primer día de sus vacaciones. En concreto se habla de que alrededor de 112.500 vehículos se quedarán tirados el primer día de la operación salida, además de que se prevén casi 2,5 millones de verías durante los meses de julio y agosto.
Muchos de estos contratiempos que afectarán tan elevado número de conductores vienen dados por la crisis económica que atraviesan muchos españoles, el exceso de confianza, o simplemente el descuido o la ignorancia. Todo ello hace que casi tres de cada diez conductores no revisen de forma convenientemente sus vehículos antes de comenzar sus vacaciones, momento del año en el que se enfrentan a más kilómetros de los habituales, horas de atasco, temperatura excesiva, exigencias en materia de climatización… Se estima que este verano se van a producir aproximadamente 95 millones de desplazamientos y un 2,25% de ellos acabarán en avería.
Y estas son las más frecuentes:
4Líquido de frenos
El líquido de frenos es vital para nuestra seguridad. A la hora de detener el coche intervienen multitud de componentes como las pastillas, las pinzas de freno, los latiguillos o el pedal del freno, y el líquido de frenos es lo que hace que todas estas funcionen correctamente. Normalmente si falta líquido de frenos en el circuito se enciende un testigo en el cuadro de instrumentos. Pero también podemos comprobar su nivel de una manera sencilla. Debes abrir el capó y buscar un depósito blanco con un tapón negro. Si vemos que falta podemos rellenarlo nosotros mismos, pero lo más conveniente es ir a un taller especializado, ya que, si hay una fuga, además de repararla, deberán purgarnos los frenos para que no haya aire en el conducto, una operación relativamente sencilla para profesionales. Es más que recomendable reemplazar el líquido de frenos cada dos años aproximadamente. Y el coste suele ser de unos 50 euros más la mano de obra.