Viajar por España puede ser una experiencia culturalmente enriquecedora en muchos sentidos, y uno de los detalles curiosos que destacan es cómo varía el nombre de los autobuses según la región. Lo que en muchos lugares se conoce simplemente como «autobús», en otras zonas del país tiene denominaciones particulares que sorprenden a quienes no son de allí. ¿Alguna vez has escuchado hablar de la «guagua» en Canarias, del «katanga» en Toledo o de nombres similares en otras regiones? Este fenómeno es un ejemplo de cómo el lenguaje evoluciona y se adapta a las culturas locales.
1El origen del «katanga» en Toledo
En Toledo, si escuchas a alguien decir «vamos a coger el katanga», lo más probable es que te sientas desconcertado, a menos que seas de la ciudad o conozcas su historia. El término «katanga» para referirse a los autobuses tiene un origen curioso y se remonta a los años 60. En aquella época, se inauguró el servicio de autobuses urbanos en la ciudad, lo cual supuso una revolución en el transporte público local.
La expresión tiene su raíz en la Guerra de Katanga, un conflicto que tuvo lugar en el Congo durante esos años. Según los relatos de la época, la llegada de los autobuses en Toledo provocó un caos tan grande, con gente queriendo subirse desesperadamente, que alguien comparó la situación con la guerra en Katanga. Desde entonces, el término «katanga» se adoptó popularmente para referirse a los autobuses en la ciudad.