Viajar por España puede ser una experiencia culturalmente enriquecedora en muchos sentidos, y uno de los detalles curiosos que destacan es cómo varía el nombre de los autobuses según la región. Lo que en muchos lugares se conoce simplemente como «autobús», en otras zonas del país tiene denominaciones particulares que sorprenden a quienes no son de allí. ¿Alguna vez has escuchado hablar de la «guagua» en Canarias, del «katanga» en Toledo o de nombres similares en otras regiones? Este fenómeno es un ejemplo de cómo el lenguaje evoluciona y se adapta a las culturas locales.
2Los colores del «katanga» y su destino final
Los primeros autobuses de Toledo que recibieron el nombre de «katanga» eran fácilmente reconocibles por su característico color azul oscuro con el techo blanco. Estos vehículos formaban parte de la empresa ‘Autobuses Urbanos de Toledo’ y se convirtieron en una imagen típica de la ciudad durante varias décadas. Sin embargo, con la llegada de los años 80 y la creación de una nueva empresa de transporte llamada ‘Microbuses Urbanos de Toledo’, posteriormente conocida como ‘Unión de Autobuses y Microbuses Urbanos de Toledo (UNAUTO)’, los autobuses fueron repintados de amarillo, y con el tiempo, los famosos «katangas» originales empezaron a desaparecer de las calles.
Cuando estos autobuses ya no eran útiles en Toledo, eran enviados a lugares como Cuba y Fuengirola, donde continuaban prestando servicio en sus últimos años de vida útil. De esta manera, los «katangas» se convirtieron en un pedazo de historia que se expandió más allá de las fronteras toledanas, aunque la denominación particular del «katanga» siguió siendo un término propio de Toledo.