Sorprendido en la carretera por una tormenta eléctrica, las dudas, miedos y preguntas surgen tan rápido como caen los rayos del cielo. ¿Dónde te metes? ¿Qué pasa si te cae el rayo? ¿Estas seguro dentro? ¿Qué le pasa al coche?.
El agobio puede resultar digno de que Steven King lo relate y por descontado que el coche se puede ver seriamente dañado.
2La capacidad destructiva de un rayo
El proceso de formación de rayos en la atmósfera es complejo. Se trata de una descomunal descarga eléctrica que se produce cuando el movimiento ascendente y descendente del aire dentro de un cumulonimbo –la nube de tormenta– crea dos zonas de potencial eléctrico opuesto. La mayoría de las descargas eléctricas que se generan en una tormenta no llegan a la superficie terrestre.
Se calcula que cada rayo mide unos 5 kilómetros de longitud por solo 1 centímetro de anchura, y descarga entre 1.000 y 10.000 millones de julios de energía, con una corriente de hasta 200.000 amperios y 100 millones de voltios. El aire circundante puede alcanzar temperaturas de 20.000 ºC, más de tres veces la de la superficie del Sol, que ronda los 6.000 ºC. Por eso los rayos son tan letales.