Tracción trasera, delantera o integral: qué tipo de tracción es más segura para tu coche? Desde que el coche es coche ha habido una duda recurrente. ¿Qué es mejor que sean las ruedas delanteras las que tiren del coche o las traseras las que empujen? O lo que es lo mismo, tracción delantera, trasera o integral.
4Tracción trasera/propulsión
Sin duda es la estrella de la deportividad. Hace años que marcas como BMW y Mercedes hicieron de la propulsión una de sus principales señas de identidad. Hoy en día con la ayudas electrónica, especialmente el ESP, ha perdido la mala fama que tenía de coches difíciles de controlar al límite.
La realidad es que si hablamos de conducción pura y dura las sensaciones son inigualables. Además es el esquema que mejor digiere potencias elevadas, junto con la integral.
En este caso las ruedas delanteras se hacen cargo tan sólo de la dirección del coche, mientras que son las traseras las que nos empujan. Esto supone que podemos manejar por un lado la dirección y por otro la presión que ejercemos sobre el pedal del acelerador, lo que nos da más ‘gobierno‘ sobre el coche.
Es cierto que es más crítica al límite, pero en este caso el ESP ha sido una magnífica ayuda, pues se hace cargo de la situación cuando las cosas se ponen feas y neutraliza cualquier reacción no deseada.
Se trata del tipo de coche adecuado para realizar conducción deportiva y todo tipo de acrobacias al volante. Derrapadas, maniobra del contrabandista, drifting….
Al límite el comportamiento es más radical, al contrario de lo que ocurre en los tracción delantera, en este caso el morro tiende a pivotar sobre sí mismo hacia el interior de la curva, a la vez que el tren trasero tiende a adelantarnos. Una reacción mucho más delicada que requiere de sangre fría.
En este caso la presión sobre el acelerador es clave, si dejamos de acelerar de forma brusca el coche se va por completo y a su vez si mantenemos la presión sobre el acelerador podemos recobrar el control. Maniobras sólo aptas en circuito y que requieren de mucha pericia al volante. En muchos casos ha evolucionado hasta convertirse en tracción integral.