A la hora de comprar un coche, uno de los aspectos principales que se tienen en cuenta es el color. Y es que la pintura que lucirá la carrocería de nuestro vehículo es algo tan personal como la ropa que vestimos o los objetos con los que decoramos nuestra casa.
El color de nuestro coche también define nuestra personalidad y, en el momento de tomar la decisión sobre uno un otro, habrá muchos que se guiarán por la estética y otros que valoren aspectos más prácticos como elegir esa pintura en la que parece que «se nota menos la suciedad» o si el tono elegido se encuentra entre el catálogo de los más seguros, ya que según algunos expertos hay determinadas tonalidades que favorecen la seguridad al distinguirse mejor a distancia y en condiciones de menor visibilidad.
En cuestión de colores, la gama ofrecida por los fabricantes es amplia, pero las preferencias de los españoles son muy concretas. Según un estudio realizado por la empresa de datos de automoción carVertical, los coches que compramos son, sobre todo, monocromáticos y no estamos interesados por los tonos brillantes. Además, hay tres colores que destacan sobre el resto a la hora de estrenar coche.
3El azul ha perdido fuerza con el paso de los años
El tono azul era uno de los más populares en el año 2000, pero los compradores que prefieren este color han ido decreciendo hasta quedarse en un insignificante 4% el año pasado. Una tendencia que, a falta todavía de estadísticas, desde carVertical creen que va a cambiar al cierre de 2023.
Otros colores, como el amarillo, han sido siempre muy minoritarios. Este tono representa solo el 0,2 % de todos los vehículos revisados en carVertical, mientras que el rojo supone el 11%. De hecho, el amarillo nunca fue una opción popular: solo el 2,9 % de los coches en 2001 eran amarillos, cayendo al 0,3 % en 2010 y al 0,2 % en 2020.
Por otro lado, la preferencia por los vehículos de color rojo a lo largo de los años ha fluctuado, pero se trata de un tono que ha tenido siempre una base de seguidores estable: el 2,9% en 2001, el 8,6 % en 2010 y el 5,9% en 2020.