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La Santísima Trinidad de los superdeportivos que vacía las carteras de los millonarios

Los últimos meses, o incluso el último año, los grandes fabricantes de superdeportivos han lanzado verdaderas bestias al mercado. Coches con potencia desmedida que no solo conquistan las pistas, sino también las carteras de los millonarios que buscan siempre lo mejor en la carretera.

Abril del año pasado marcó una fecha especial cuando Lamborghini presentó el Lamborghini Revuelto, un híbrido enchufable con un motor V12 de más de 1.000 CV, que combina lo mejor de la herencia del pasado con la electrificación del futuro. Ferrari tampoco se quedó atrás, con su Ferrari F80, un hiperdeportivo que cuenta con nada menos que 1.200 CV, y McLaren se sumó a la batalla con el McLaren W1, logrando alcanzar los 1.218 CV. Este trío marca un nuevo capítulo en la historia de los superdeportivos, posicionándose como la “nueva Santísima Trinidad” que reemplaza a los icónicos Ferrari LaFerrari, Porsche 918 Spyder y McLaren P1 de 2013.

Pero para quienes crecimos en los 90, es inevitable mirar hacia atrás y recordar una “trinidad” aún más legendaria: la que conformaron el McLaren F1, el Mercedes CLK GTR y el Porsche 911 GT1. Estos tres modelos marcaron una era y elevaron el concepto de “superdeportivo” a niveles jamás antes vistos.

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Mercedes CLK GTR: Una máquina de competición para la carretera

mercedes clk gtr 07 Motor16

El Mercedes CLK GTR nació en una época en la que la marca alemana buscaba dominar las pistas de carreras. Este superdeportivo, que inicialmente fue diseñado para competir en la categoría GT1 de la FIA, terminó convirtiéndose en una leyenda. Mercedes creó una versión homologada para la carretera que conservaba su esencia competitiva, equipada con un motor V12 de 6,9 ​​litros que producía 612 CV. No era el coche más potente de su época, pero su diseño aerodinámico y su carácter inspirado en la competición lo hacían una auténtica joya sobre ruedas.

El CLK GTR es uno de esos coches que lleva el espíritu de las pistas a la vida cotidiana. Aunque manejarlo en la calle podía ser un desafío por su potencia y su configuración enfocada en el rendimiento, no había dudas de que era una máquina diseñada para los verdaderos amantes de la velocidad. El Lamborghini Revuelto es, en muchos aspectos, su sucesor moderno: una fusión de potencia y diseño de competición, aunque con tecnología híbrida y un enfoque más adaptable a la vida urbana.