¿Sabías que si vas en transporte público al trabajo puedes ahorrar hasta 450 euros al año? El ‘truco’ es la retribución flexible que se incluye en muchos contratos laborales (no es obligatoria) y que, en el caso del transporte, permite adquirir abonos para viajar con una exención fiscal en el IRPF.
Es un beneficio limitado a 136 euros mensuales o 1.500 euros anuales, aunque la Tarjeta Transporte solo se puede utilizar para títulos de transporte público colectivo, lo que excluye taxis, VTCs y patinetes eléctricos. Además, no puede superar el 30% del salario bruto ni reducir la renta del trabajador por debajo del salario mínimo interprofesional.
Y hablamos del transporte porque es lo que nos interesa en estas líneas, pero también tienes que saber que la retribución flexible proporciona otras ventajas para ahorrar en seguros de salud, guarderías o tarjetas restaurante.
1¿Qué es la retribución flexible y cómo ahorrar en el transporte?
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La retribución flexible forma parte del plan de compensación de los trabajadores. Hace unos años era la excepción en España, pero en 2025 un 53% de los empleados ya disfruta de este beneficio y se prevé que siga aumentando. Este modelo de compensación permite a los trabajadores destinar parte de su salario bruto a determinados servicios sin tributar por elos.
En el caso del transporte, se traduce en la posibilidad de adquirir abonos de transporte público colectivo con una exención fiscal en el IRPF, lo que reduce el coste final del servicio. Eso sí, tiene una limitación de 136 euros mensuales o 1.500 euros anuales y únicamente se puede utilizar para viajar en transporte público colectivo, como metro, tren, autobús o tranvía.
Quedan fuera los servicios privados, como los taxis y VTCs, y también los vehículos de movilidad personal como los patinetes y las bicicletas. Aun así, según datos de Betterfly, la Tarjeta Transporte está entre los beneficios más solicitados por los trabajadores, junto con los seguros de salud, vida y programas de formación.