Con los precios del combustible fluctuando constantemente, cualquier consejo para ahorrar un poco al llenar el tanque de nuestro coche es bienvenido. En este contexto, los llamados «trucos rumanos» han ganado popularidad, gracias a su ingenio y simplicidad. Aunque muchos de estos trucos pueden parecer demasiado buenos para ser ciertos, algunos realmente funcionan y ofrecen pequeñas ventajas que, acumuladas, pueden marcar la diferencia. Uno de estos trucos, que se ha vuelto viral en los últimos meses, promete ayudarnos a aprovechar al máximo cada gota de combustible en la estación de servicio. Si bien no se trata de un ahorro masivo, cada céntimo cuenta, especialmente en tiempos de incertidumbre económica.
1El origen del truco para ahorrar: una tradición renovada
El truco en cuestión proviene de Rumanía y se ha adaptado a las necesidades modernas de los conductores. Se basa en la idea de «escurrir la manguera» después de repostar, un concepto que no es del todo nuevo. En España, hace décadas, era común que los gasolineros guardaran el combustible restante en las mangueras para venderlo posteriormente a bajo precio. Con el tiempo, esta práctica fue desapareciendo debido a la modernización de las estaciones de servicio y la implementación de sistemas de medición más precisos.
Sin embargo, el principio básico del truco ha sobrevivido y se ha actualizado para adaptarse a las nuevas tecnologías. Hoy en día, la idea es que al elevar ligeramente la manguera antes y después de repostar, se pueden obtener unas gotas adicionales de combustible que de otro modo se quedarían en la manguera o en el boquerel. Aunque pueda parecer insignificante, en una situación en la que cada centavo cuenta, este pequeño gesto podría sumar un ahorro acumulativo a lo largo del tiempo.
