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El truco casi infalible para engañar los radares de las carreteras

En la era de la vigilancia digital y los avances en seguridad vial, algunos conductores siguen buscando formas de evitar las multas por exceso de velocidad. En los últimos años, se ha popularizado un truco que promete burlar los radares de las carreteras: el uso de pegatinas reflectantes para ocultar las matrículas. Aunque parezca una solución ingeniosa y de bajo costo, las consecuencias legales de esta práctica pueden ser mucho más costosas que la multa que se pretende evitar.

El método es aparentemente simple. Consiste en colocar pegatinas reflectantes sobre los números y letras de la matrícula. Estas pegatinas, hechas de un material especial, son casi imperceptibles a simple vista. Sin embargo, cuando el radar emite un flash para capturar la imagen de la matrícula, reflejan la luz de manera que los caracteres se vuelven ilegibles. Este truco ha sido reportado tanto en Europa como en Estados Unidos, y aunque pueda parecer efectivo, solo funciona con ciertos tipos de radares, especialmente aquellos más antiguos que dependen de un flash convencional para tomar las imágenes.

Así funciona el truco para engañar los radares

Manipular una matrícula en España está estrictamente prohibido. Según el artículo 10 de la Ley de Tráfico, el conductor tiene la responsabilidad de garantizar que las matrículas sean perfectamente legibles. Esto incluye evitar cualquier tipo de manipulación que impida o dificulte su lectura, lo que abarca tanto el uso de pegatinas como otras formas de alterar la placa. Los infractores se enfrentan a multas de 200 euros, una sanción similar a la que se aplica a aquellos que circulan sin matrícula.

Si bien esta multa no incluye pérdida de puntos, la situación se agrava si se detecta que la manipulación es deliberada o si se usan sistemas más sofisticados para ocultar la identificación. La gravedad de la sanción aumenta considerablemente cuando la manipulación de la matrícula implica la alteración de los caracteres o el uso de placas falsas. En estos casos, la multa puede ascender hasta 6.000 euros, además de la pérdida de seis puntos en el carnet de conducir.

La Policía Nacional tiene como objetivo terminar con este truco

La Policía Nacional tiene como objetivo terminar con este truco

La Policía Nacional ha sido clara al advertir sobre esta práctica en sus redes sociales, enfatizando que no se trata de una simple «broma». Alterar la matrícula para engañar a los radares no solo es ilegal, sino que pone en riesgo la seguridad vial. La identificación clara de los vehículos es crucial no solo para el control de velocidad, sino también para otras funciones esenciales, como la investigación de accidentes o la persecución de delitos. Ocultar la matrícula no solo evade el control de velocidad, sino que también afecta estos otros aspectos fundamentales de la seguridad en carretera.

En resumen, el truco de las pegatinas reflectantes puede parecer una solución fácil para evitar multas, pero es una jugada arriesgada. Con la tecnología avanzando y los radares modernizándose, esta táctica se vuelve cada vez menos efectiva. Además, las consecuencias legales de manipular una matrícula son graves y pueden resultar mucho más costosas que la multa que se pretende eludir. En lugar de recurrir a estas trampas, lo más sensato es respetar los límites de velocidad y las normativas viales para garantizar la seguridad de todos los usuarios de la carretera.