La primavera trae consigo días más largos, temperaturas más agradables y paisajes llenos de color. Pero para millones de personas, también la batalla contra la alergia al polen. Estornudos constantes, ojos irritados, congestión nasal, cansancio persistente… son síntomas que les acompañan incluso durante la conducción, con el peligro que supone.
La buena noticia es que convertir el coche en una especie de búnker antialérgico es posible y bastante sencillo siguiendo algunos trucos y consejos clave. Con la ayuda de Alquiber, expertos en movilidad, te contamos cómo blindar el interior de tu coche para que el polen no arruine tu primavera ni comprometa tu seguridad al volante.