Uno de los fallos más comunes a la hora de pasar la ITV es no superar la prueba de humos. Los coches diésel son los que tienen más suspenden en el análisis de gases, pero los gasolina también pueden tener dificultades de opacidad, especialmente si se trata de modelos con cierta edad. Sea cual sea tu automóvil, siguiendo un sencillo truco evitarás un resultado negativo en la prueba de humos.
La prueba de humos se ha convertido en el reto más complicado para pasar la ITV, al menos para los coches que no son nuevos. Los valores de la prueba de humos son más permisivos con los coches más viejos y dependen de la normativa de contaminación europea que estaba en vigor cuando se fabricó el vehículo: Euro 3, Euro 4, Euro 5, etc. Los límites también responden al tipo de motor: diésel atmosférico, diésel turboalimentado, gasolina, si lleva filtro anti partículas o no, etc. La ficha técnica del vehículo establece este valor.
6Acudir al taller como último remedio
En caso de que el coche tenga un problema serio con las emisiones y se encuentre realmente lejos de superar la prueba de humos, conviene elegir un aditivo de mayor calidad. Es decir, gastar más dinero.
Si ninguno de estos métodos funciona y el coche sigue sin superar la prueba de humos de la ITV, hay que acudir a profesionales. El taller se encargará de buscar el problema y, si es posible, solucionarlo. En algunos casos es necesario cambiar el filtro anti partículas. En coches más viejos, especialmente en los gasolina, también puede ser necesario arreglar el sistema de escape porque tiene fugas, normalmente por culpa del óxido. Una descarbonización del motor también puede ser el remedio a los problemas de emisiones de tu coche.