Vivimos en una época en la que los avances tecnológicos están presentes en todos los aspectos de nuestras vidas, y la vigilancia del tráfico no es una excepción. Los radares de velocidad han sido adoptados como herramientas cruciales para garantizar que se cumplan los límites establecidos, pero también han generado un sinfín de estrategias para eludirlos. Uno de los métodos que está ganando popularidad en Estados Unidos es el uso de pegatinas reflectantes que, aparentemente, hacen que la matrícula sea invisible al radar. Pero, ¿qué tan eficaz es esta técnica, y qué consecuencias tiene en España? Hoy analizamos este fenómeno y sus implicaciones en nuestras carreteras.
2La legislación española: no todo vale para evitar una multa
En España, la manipulación de las matrículas está claramente prohibida por la ley. El artículo 10 de la Ley de Tráfico es muy específico: «El conductor debe asegurarse de que las matrículas no presentan obstáculos que impidan o dificulten su lectura e identificación». Esto significa que cualquier modificación que afecte la visibilidad de los caracteres, como el uso de pegatinas reflectantes, se considera una infracción grave.
La sanción por manipular la matrícula en España no es algo que deba tomarse a la ligera. Según la normativa vigente, las multas por este tipo de infracciones pueden alcanzar los 6.000 euros y, además, se pueden perder hasta seis puntos del carnet de conducir. Es decir, una «broma» como la de colocar pegatinas para eludir un radar podría salir mucho más cara que pagar la multa original por exceso de velocidad.
De hecho, la Policía Nacional ha anunciado en múltiples ocasiones a través de sus redes sociales que ocultar o manipular la matrícula no es solo ilegal, sino que también puede tener graves consecuencias para la seguridad vial. Las placas deben estar siempre visibles y en perfecto estado para que los radares y otros sistemas de control puedan cumplir su función de garantizar una conducción responsable.