«Aparcaré ahí», «¡cuidado hay un vado!», «pero si ese vado no es actual…», «A ver si te lleva el coche la grua». Parecen frases destinadas a concatenarse en nuestro afanamiento diario por encontrar un hueco. Cada vez resulta más difícil aparcar y los vados no nos lo ponen nada fácil con sus imprecisiones, la verdad sea dicha.
Ciñémonos a la teoría… ¿Qué es un vado permanente? Se trata de «una licencia expedida por el ayuntamiento que reconoce y reserva al propietario de la misma el derecho de entrada y salida de un determinado acceso. Lo hace durante las 24 horas y los 365 días del año o durante una determinada franja horaria que debe aparecer reflejada en la señal R-308 que lo representa».
3Cómo sabes si está vigente
Aquí viene el lío… En algunas ocasiones la propia señal tiene una pegatina que indica la vigencia del vado. Si encuentras dicha pegatina, es tu día de suerte, porque es la única manera de saber si un vado está vigente.
El titular de la licencia deberá pagar una tasa anual a modo de renovación. Como resultado, el permiso dura todo el año… pero si no lo hace, entonces ya no tiene ningún derecho sobre ese vado, lógicamente. Aunque tú no podrás saberlo.