El invierno es una de las épocas más complicadas para los vehículos que no cuentan con una plaza de garaje. En esa época, los fenómenos atmosféricos se vuelven especialmente dañinos para los componentes del coche. Las lluvias, las nevadas, los fuertes vientos y, en particular, las temidas heladas, hacen que se congelen los cristales y comprometen la integridad de los elementos internos y externos del automóvil.
Si tienes que coger el coche a primera hora de la mañana y vives en una ciudad donde las heladas son habituales, ya habrás pasado mucho tiempo peleándote con la escarcha que se adhiere consistentemente a los parabrisas reduciendo por completo la visibilidad. En este artículo te explicamos las mejores formas de lidiar con ella, para ahorrarte un importante tiempo cada mañana.
3Restregar una patata por el parabrisas
Otro truco casero sería cortar una patata por la mitad y restregarla por el parabrisas. El objetivo es crear una pantalla protectora que tiene la misma base científica que el vinagre. Piensa que, como en el truco del vinagre, sólo funcionará si no llueve, nieva o padece un clima muy húmedo.
Estos dos trucos son muy recomendables para las ventanillas laterales, pues son mucho más difíciles de tapar con una manta o un cartón, que la luna. Estas ventanillas también se congelan y necesitarás ver a través de ellas para una conducción segura.