Pulir los faros de tu coche no solo mejora la estética del vehículo, sino que también es esencial para tu seguridad. Con el tiempo, los faros se vuelven opacos debido a la exposición al sol, polvo y otras inclemencias. Afortunadamente, no necesitas gastar una fortuna en kits de pulido profesional o reemplazar los faros; existen métodos caseros efectivos y económicos que pueden devolverles el brillo perdido. Aquí te presentamos algunos trucos sencillos utilizando productos que probablemente ya tengas en casa.
4Lijado y jabón
Si los faros están muy deteriorados, el lijado puede ser la solución. Necesitarás lijas de distintos granos (recomendado empezar con una de grano 400 y terminar con una de grano 2000). Moja la lija en agua y frota los faros con movimientos circulares, comenzando con la lija de grano más grueso. A medida que progresas, cambia a lijas más finas para suavizar la superficie. Una vez terminado el lijado, lava con agua y jabón para eliminar cualquier residuo, y seca completamente. Este método es más laborioso, pero ofrece resultados más duraderos.