La única forma eficaz para salir de un control de alcoholemia sin una multa que ponga nuestro nombre es no haber bebido. Las cantidades de alcohol que se pueden ingerir sin exceder la tasa de alcoholemia son muy difíciles de medir, ya que pueden variar en cada persona. Sin embargo, muchos conductores consideran que pueden tomar varias copas sin que vayan a dar positivo en un control de la DGT.
Otros conductores directamente creen que existen ciertos trucos que les permitirán superar con éxito la prueba del alcoholímetro pese a haber bebido. En un estudio realizado uno de cada tres conductores compartía estas creencias, e incluso, un 10% las habría probado. Pero, ¿qué hay de cierto en estos trucos para reducir la tasa de alcohol?
2Hacer ejercicio
Ver a conductores ponerse a hacer ejercicio a la desesperada para intentar bajar su tasa de alcoholemia es el pan nuestro de cada día en muchos controles de Tráfico. Esta creencia está muy extendida y se basa en la idea de que forzando la circulación sanguínea mediante el ejercicio se puede acelerar el proceso de eliminación del alcohol mediante la sudoración.
La intención de este truco es buena, pero tampoco resulta efectivo. El efecto que tiene la sudoración para bajar la tasa de alcoholemia es casi inapreciable y puede ser hasta contraproducente en ciertas situaciones.