En un estudio realizado entre la Universidad de Lincoln y CarGurus se ha revelado que tu perro se encuentra más relajados viajando en un vehículo eléctrico (EV) que en un diésel.
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Los resultados en detalle
El estudio concluye que no hay pruebas que sugieran que los eléctricos tengan un efecto perjudicial para el bienestar de tu perro. Esto demuestra que las preocupaciones señaladas en alguna ocasión de que las diferencias en la vibración y/o el ruido experimentados en un EV puedan provocar que los perros se sientan intranquilos o tengan más mareos en el coche, son infundadas.
De hecho, los resultados mostraron que la transición del motor de combustión interna a los eléctricos para los perros fue suave.
Los perros del estudio permanecieron tumbados durante aproximadamente un tercio de la duración del viaje, independientemente del motor. Pero en los coches diésel los perros se reincorporaron una media del 50% antes que en los EV. El profesor Mills afirma que esto es probablemente el resultado de las diferencias en el ruido y/o la vibración en los dos tipos de coches.
Otro hallazgo notable del estudio fue que un pequeño número de perros parecía sentir menos náuseas en un eléctrico que en un coche diésel. Esto se demostró mediante cambios en el comportamiento y el hecho de que su ritmo cardíaco se redujo hasta un 30% cuando viajaban en un EV.
El estudio también reveló que muchos perros parecían disfrutar del movimiento de los coches. Los datos revelaron que la frecuencia cardíaca de dos tercios (66%) de los perros se reducía al viajar tanto en coches diésel como en vehículos eléctricos.