La construcción del túnel submarino entre España y Marruecos, conocido como el ‘Túnel de Gibraltar’, promete una serie de beneficios y un impacto económico significativo en ambas regiones. Este proyecto, de ser llevado a cabo, marcaría un hito en la ingeniería civil y la conectividad transcontinental.
Con una longitud de 42 kilómetros, de los cuales 27,7 serían submarinos y 11 terrestres, el túnel abriría nuevas oportunidades en términos de logística y transporte, sin duda. La profundidad máxima del túnel submarino alcanzaría los 300 metros, lo que representa un desafío técnico impresionante.
7Protección del hábitat marino
Dada la ubicación submarina del túnel, es fundamental proteger el hábitat marino circundante y evitar cualquier daño a los arrecifes de coral y otras formaciones submarinas. Se deben implementar medidas de control de la contaminación y monitoreo ambiental para garantizar que el ecosistema marino permanezca intacto.