En el mundo hay cerca de 200 túneles submarinos. Aunque algunas de estas infraestructuras que comenzaron a construirse en el siglo XIX se utilizan para el suministro de agua y electricidad, la mayoría se han edificado para transportar personas y mercancías, tanto por carretera como en tren.
En zonas donde las grandes masas de agua entorpecen la comunicación, complejas soluciones de ingeniería dan respuesta a estas barreras naturales.
1La función histórica de los túneles
La historia de los túneles artificiales se extiende casi tan atrás como la de la civilización humana. La razón de esto es clara. Casi cualquier concentración de personas requerirá su existencia. Sin ellos, un sistema eficaz de alcantarillado o riego es radicalmente más difícil de lograr.
Por ejemplo, hoy en día existen en Irán los Qanats de Goanabad, un sistema de gestión del agua que involucra túneles rudimentarios construidos aproximadamente entre 700 a. C. y 500 a. C. Sorprendentemente, todavía funcionan como una fuente de agua para unas 40.000 personas.
Son parte integral de las operaciones de y entre ciudades. Los túneles modernos que funcionan para la gestión del agua, el riego, la distribución de aguas residuales, la entrega comercial de mercancías o el transporte de personas son muy parecidos a calles, carreteras, ferrocarriles de superficie y carriles marítimos: arterias propicias para la actividad humana vital y florecimiento humano.