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Sin previo aviso: La Unión Europea podría enviar al desguace millones de coches diésel ahora mismo

El escándalo del «dieselgate», que estalló en 2015, sigue teniendo repercusiones en el mercado automovilístico europeo. En aquel entonces, se descubrió que el Grupo Volkswagen y otros fabricantes de automóviles alemanes habían manipulado las pruebas de emisiones de sus vehículos diésel, engañando a los reguladores y consumidores sobre el verdadero nivel de contaminantes que emitían sus coches. A raíz de este escándalo, la Unión Europea implementó nuevas normativas más estrictas para regular las emisiones, y ahora, casi una década después, esas mismas normativas podrían estar a punto de enviar millones de coches diésel al desguace sin previo aviso.

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El riesgo de millones de coches en peligro

tramos mortales

Volker Wissing, ministro de Transportes alemán, ha encendido las alarmas al advertir que, debido a la actual normativa de emisiones, hasta ocho millones de coches diésel en Alemania podrían no superar las inspecciones técnicas. La legislación europea introducida tras el dieselgate busca garantizar que los vehículos cumplan con los estándares de emisiones originales declarados por los fabricantes. Sin embargo, muchos de estos vehículos, que se comercializaron con datos falsificados, ahora podrían estar en grave riesgo de ser desechados.

La preocupación no se limita solo a Alemania. En toda Europa, millones de coches diésel podrían enfrentar un destino similar. Los propietarios, que en su día adquirieron estos vehículos de buena fe, podrían encontrarse con que sus coches no cumplen con las nuevas normativas, y lo peor de todo es que, en muchos casos, la reparación para adecuarlos a los estándares sería tan costosa que no tendría sentido económicamente.

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