La Asociación Española de la Carretera (AEC) ha auditado el estado de las carreteras españolas y ha publicado un informe en el que pone de manifiesto que el abandono en la conservación es un mal endémico en nuestro país y que uno de cada diez kilómetros de nuestras vías presenta una situación muy deficiente que pone en peligro la movilidad segura y verde.
Para revertir esta situación calculan que sería necesaria una inversión de 7.500 millones de euros. Un dinero que debería definirse a través de «un espacio de financiación propio, global y sostenible, que habría de nutrirse con recursos provenientes de los Presupuestos Generales del Estado y de las Comunidades Autónomas y Diputaciones Forales, fondos europeos y sistemas de pago directo».
Los resultados del informe sobre 'Necesidades de inversión en conservación' (realizado en el segundo semestre de 2019 y que analiza las vías competencia del Estado, las comunidades autónomas y las diputaciones forales), no deja lugar a dudas: nuestras carreteras tienen un importante déficit en conservación. En concreto, de los 100.000 kilómetros de carreteras que toma como muestra la AEC,10.000 presentan deterioros graves en más del 50% de la superficie del pavimento.
Roderas, grietas en las rodadas, agrietamientos gruesos, desintegraciones, deformaciones y grietas erráticas son los daños más frecuentes, los cuales pueden afectar a la estructura comprometiendo la comodidad, eficiencia y seguridad de la circulación e incrementando las emisiones de gases a la atmósfera. Desde la última auditoría, realizada en 2017 por la AEC, las necesidades de conservación de las carreteras españolas se han incrementado un 5,7%.
La peor nota
El estado de los firmes de las carreteras obtiene la peor nota en 20 años, con una calificación media de «deficiente» y muy cerca del «muy deficiente». El pavimento acumula el 94% del déficit total, lo que se traduce en unas necesidades de inversión de 7.008 millones de euros.
El informe constata también que hay que renovar 374.000 señales de código (no se estudian las de orientación) que tienen el reflectante caducado, aunque otorga una nota media de de 5 y 4,4 respectivamente, a la señalización vertical en las carreteras del Estado y en las autonómicas y forales. También consideran los técnicos de la AEC que es necesario repintar las marcas viales de 38.500 kilómetros de carreteras, cuya calificación baja de 5,9 a 5,4.
Respecto al estado de las barreras metálicas, los inspectores constatan que experiementan una tímida mejora, aunque su nota no llega al aprobado y se necesitarían 286 millones de euros de inversión para mejorarlas.