La conducción nocturna es sumamente delicada por la limitación de la visibilidad. Utilizar adecuadamente las luces de tu coche es esencial. Extremar las precauciones por la noche supone minimizar los riesgos de accidente. Y para ello resulta fundamental disponer de un sistema de alumbrado adecuado y, por supuesto, tenerlo en perfecto estado de uso.
Pero además hay que utilizarlo de manera adecuada, de forma que aprovechemos al máximo las posibilidades de alumbrado de nuestro vehículo, pero sin perjudicar al resto de conductores. Los deslumbramientos, los fallos en el funcionamiento de los faros y mandos de acción, las bombillas fundidas y otros problemas nos pueden llevar a situaciones complicadas, incluso provocar un accidente. Además, si no utilizas bien las luces de tu coche, la DGT te puede multar con 200 euros.
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Luces largas y deslumbramientos
En cuanto a las luces de cruce, pueden encenderse cuando se circule fuera de poblado a más de 40 km/h entre la puesta y salida del sol. No obstante, hay que jugar entre las luces de cruce y carretera en caso de cruzarnos con otro vehículo, para evitar deslumbramientos, a menos que dispongamos de un sistema automatizado o de luces matriciales. Si no lo hacemos, además de deslumbrar a otros conductores también podemos ser sancionados.
Los faros antiniebla solo deben encenderse con niebla o por ejemplo ante una copiosa lluvia o nevada (delanteros). Mientras que los traseros únicamente se han de activar en situaciones de niebla muy densa. También puedes deslumbrar al conductor de atrás.
Y por supuesto, no indicar cualquier tipo de maniobra, ya sea cambio de dirección, adelantamiento, marcha atrás, etc. activando los intermitentes, también se considera un no uso de los indicativos. Y supone una infracción grave.
Según la normativa, no utilizar el alumbrado correcto cuando corresponde se considera una infracción grave y en cualquiera de estos supuestos está sancionado con una multa de 200 euros.
