El buen resultado que prestan los neumáticos de invierno, hace que en demasiadas ocasiones podamos plantearnos la posibilidad de, llegado el momento y por el cambio de temporada, seguir con ellos puestos, y dejar pasar el verano con las ruedas del invierno.
Esto, que no es como ir a la playa con las botas de montaña, bien pudiera parecerse. Cada zapato es para lo que es.
5Un neumático que no se endurece con el frio
Y esta es solo una de las consecuencias que pueden sufrir tus neumáticos por el calor extremo. La fricción de las ruedas en un asfalto que «arde» desgasta los neumáticos y eso puede provocar fallos en la suspensión, por ejemplo.
El calor también hará que la banda de rodadura se caliente antes y acortará la vida útil de los neumáticos.
No son pocos los vehículos que llegan al servicio de taller tras verse envueltos en problemas con los neumáticos a causa del calor. Por eso, siempre recomendamos que cuando el calor aprieta, hay que revisar los neumáticos y otras piezas del vehículo.