¿Sabías que podrías formar parte de la “Flota Gris” sin siquiera saberlo? Este término se refiere a un conjunto de coches particulares que se utilizan para fines laborales. No estamos hablando de coches de empresa ni de vehículos de renting, sino de nuestros propios coches, que muchos usamos cada día para desplazamientos profesionales sin darnos cuenta de que estamos formando parte de una «flota».
Un estudio realizado por Continental y la Fundación CEA revela que más del 80% de los encuestados desconocen el concepto de “Flota Gris”, aunque 7 de cada 10 forman parte de ella. Pero ¿por qué es importante entender este fenómeno? Además de afectar al bolsillo de los trabajadores, la Flota Gris tiene un impacto en el medio ambiente, la seguridad vial y, por supuesto, en la economía de las empresas. Es momento de ponerle nombre y voz a esta realidad.
1Perfil del conductor de la Flota Gris
Según el estudio, el perfil del conductor de la Flota Gris en España corresponde a una persona que conduce un coche de entre 5 y 14 años de antigüedad. Esto es significativo si tenemos en cuenta que el parque móvil nacional se está envejeciendo rápidamente, con una edad media superior a los 14 años. Estos coches, en muchos casos, carecen de los sistemas de seguridad más avanzados, como la alerta de colisión frontal (presente solo en el 21%) o el frenado automático de emergencia (solo en un 16%).
Además, la mayoría de estos vehículos utilizan gasolina (64%) y pertenecen a la categoría de emisiones ambientales tipo C. Aunque cada vez hay más vehículos sostenibles, como híbridos o eléctricos (14%), el uso profesional de estos coches de motorización tradicional, impacta en el medio ambiente y en la huella de carbono del trabajador. Como añadido, el 16% de los conductores de esta flota han experimentado algún incidente o accidente en sus desplazamientos profesionales, un dato que da que pensar en la necesidad de un mantenimiento y revisión más frecuente de estos vehículos.