Los entornos urbanos han sufrido una verdadera revolución en sólo un par de años. La revolución hace referencia a la aparición de miles de dispositivos de movilidad compartida y micromovilidad que ha revolucionado el funcionamiento de las propias ciudades y ha obligado a realizar normativas específicas y regulaciones muy concretas al respecto.
Micromovilidad, ha llegado para quedarse
Algunas ciudades han llegado a legislar una limitación de su uso y utilización, una regulación que incluye la limitación del número de dispositivos disponibles en las calles.
Pese a que se habla sin parar de una una migración de conductores tradicionales a los servicios de micromovilidad, la realidad es que de acuerdo con un reciente estudio tan sólo una minoría de un 5% de usuarios de soluciones de micromovilidad utilizan coche.
Micromovilidad en crecimiento
Estos datos se desprenden de un estudio realizado por Tier, líder de movilidad compartida a nivel mundial con más de 350.000 vehículos repartidos por 560 ciudades de 33 países.
Un estudio de lo más interesante del que se extraen realidades que en muchos caso llaman la atención, como la que hemos citado de que los propietarios de coches particulares no son los usuarios habituales de las nuevas soluciones urbanas de movilidad.
La micromovilidad no es sólo de jóvenes
Otras de las mayores sorpresas del estudio es que no son los más jóvenes los principales usuarios de este servicio para los desplazamientos urbanos. Según los datos facilitados el 45% de los usuarios tiene entre 26 y 40 años, mientras que el 34% tiene más de 41 años. En contra de lo que podría parecer, los usuarios más jóvenes entre 18 y 25 años sólo representan el 21% del total de los usuarios.
El patinete, la gran estrella
Respecto a los medios más utilizados, el 49% de los usuarios recurre a los patinetes, bicicletas o ciclomotores eléctricos de uso compartido. Entre todos los usuarios de esta plataforma tan sólo el 5% confiesa haber usado el coche particular en el último mes, pese a que el 68% de los mismos dispone de uno en propiedad.
Tras los citados vehículos de sharing las opciones más utilizadas de movilidad son el taxi y los VTC con el 25%, mientras que un 12% dispone de un patinete eléctrico particular.
¿Por qué usamos micromovilidad?
El tipo de uso que hacemos de este tipo de vehículos de micromovilidad responde a necesidades de desplazamientos muy puntuales para ir de un punto A a un punto B en ciudad. La mayor parte de las ocasiones, en concreto un 57%, por motivos de ocio, mientras que un 38% los usa para desplazamientos laborales, un 21% por compras y un 27% para desplazarse hasta el transporte público.
Respecto al por qué de la utilización de este tipo de dispositivos de micromovilidad, una 65% afirma usarlo para evitar caminar, un 43% por llegar tarde y un 30% lo considera un método de desplazamiento divertido.
