En la actualidad, los coches eléctricos están ganando terreno de manera acelerada, y Tesla se ha consolidado como una de las marcas líderes en este sector. La innovación y la tecnología de vanguardia de estos vehículos no solo impactan en la experiencia de conducción, sino también en aspectos menos glamorosos, pero igualmente importantes, como la Inspección Técnica de Vehículos (ITV).
Recientemente, hemos tenido la oportunidad de ver la ITV a uno de estos modelos a batería y los resultados han sido sorprendentes. Una de las primeras cosas que llama la atención es la simplicidad del proceso. A diferencia de los coches de combustión interna, tiene muchos menos componentes visibles. La ausencia de un motor de combustión significa que no hay partes que proteger o tapar en la parte delantera del vehículo.
El video de la ITV que tuvo que pasar el Tesla
A pesar de la simplicidad, la calidad de los materiales utilizados por Tesla es evidente. Durante la inspección, pudimos ver que todos los componentes están superprotegidos. El suelo del coche, que está mayormente ocupado por la batería, es completamente plano, lo que no solo mejora la aerodinámica del vehículo, sino que también protege la batería de posibles daños.
La robustez de todo el sistema es impresionante. El tren trasero, por ejemplo, se ve muy fuerte y contundente. Los brazos de suspensión, las bieletas y los sistemas de apoyo son todos de alta calidad y robustos, lo que asegura una durabilidad a largo plazo. Este modelo en particular no llega a los 100.000 km y está en un estado impecable. Durante la inspección, observamos que los amortiguadores y las rótulas están en perfectas condiciones.
La diferencia de este Tesla con los coches de combustión
La comparación con los coches de combustión interna es inevitable. En estos vehículos, la ITV suele ser más compleja debido a la mayor cantidad de componentes que necesitan ser revisados, incluyendo el motor, el sistema de escape, y numerosos otros elementos mecánicos. En cambio, la inspección de este vehículo es más directa y menos propensa a encontrar problemas graves debido a la menor cantidad de piezas móviles y componentes susceptibles a desgaste.
En resumen, pasar la revisión a un Tesla es una experiencia que resalta las ventajas de los vehículos eléctricos. La simplificación del proceso, la alta calidad de los materiales y la robustez de los componentes hacen que estos vehículos sean no solo una opción más ecológica, sino también una opción práctica y fiable para el día a día. La inspección técnica revela lo bien diseñados y construidos que están estos vehículos, lo que se traduce en menos problemas mecánicos y una mayor durabilidad.
