Viajar en un vehículo camperizado ofrece una libertad inigualable para explorar diferentes lugares con la comodidad de tener todo lo necesario a mano. Sin embargo, al igual que cualquier otro vehículo, los campers deben cumplir con ciertos requisitos y pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). La naturaleza de estos vehículos y las modificaciones que se les realizan para convertirlos en espacios habitables implican una serie de particularidades en la inspección. A continuación, exploramos los puntos clave que se revisan durante la ITV de un vehículo camperizado.
6La periodicidad de la ITV
Una de las principales diferencias de los vehículos camperizados con respecto a otros vehículos es la periodicidad de la ITV. Dependiendo de la categoría del vehículo, puede variar la frecuencia con la que debe pasar la inspección. Por ejemplo, las furgonetas camper de la categoría ‘N’ deben someterse a su primera ITV a los dos años de su matriculación y, posteriormente, cada dos años hasta los seis de antigüedad. A partir de entonces, la inspección se realiza anualmente y, tras diez años, cada seis meses.
En cambio, los campers de la categoría ‘M’ tienen una periodicidad diferente: su primera ITV es a los cuatro años, luego cada dos, y anualmente a partir del décimo año. Por ello es esencial que conozcas la categoría de tu vehículo y sus fechas de inspección, para mantener el camper en regla y evitar multas o problemas legales.