Si bien la distracción y el estado del vehículo han sido los protagonistas de las ultimas campañas de la DGT, la Velocidad, el alcohol y las drogas, son los verdaderos caballos de batalla, dada su presencia en los accidentes mortales que se producen durante la conducción. El aumento de ciertas conductas no hace otra cosa que agravar la situación y de ahí que los limites de consumo y las sanciones por ello, sean constantemente modificados, en un intento de persuadir y prevenir tales circunstancias.
1No mata la bala, mata la velocidad de la bala, y las drogas
El exceso de velocidad o una velocidad inadecuada es uno de los principales factores de riesgo en la carretera. Uno de cada cinco accidentes de tráfico con víctimas se puede relacionar directamente con el exceso de velocidad. La influencia altamente negativa sobre las capacidades de control del vehículo, te expone directamente y con facilidad a situaciones de riesgo.
La probabilidad de morir o sufrir lesiones graves permanentes es mucho mayor en un accidente con velocidad excesiva que en otro con una velocidad más moderada. Esto sucede independientemente de si la causa última del accidente ha sido o no el exceso de velocidad. Si siempre conduces a una velocidad excesiva o inadecuada, es una mera cuestión de tiempo que acabes por sufrir un siniestro.
Por el contrario, circular a una velocidad adecuada a la situación en la que te encuentras puede evitar que sufras un accidente y aunque este finalmente llegue a producirse, probablemente será de mucha menor gravedad.