Las vacaciones de verano son esperadas con ansias por muchos, sin embargo, este año los viajeros se enfrentan a un nuevo obstáculo en su trayecto hacia las playas. Muchos municipios costeros, especialmente aquellos con una población superior a 50.000 habitantes, han implementado las denominadas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), lo que significa que se han establecido restricciones para acceder a estas áreas con vehículos que no cumplan con los requisitos medioambientales establecidos.
3Implicaciones legales y multas
Uno de los problemas que ha surgido en relación con las Zonas de Bajas Emisiones es la falta de conocimiento por parte de los conductores sobre las implicaciones legales y las multas asociadas a la entrada no autorizada en estas áreas. Según el estudio de Coyote, aproximadamente el 35% de los españoles desconoce las consecuencias legales y las sanciones económicas que se aplican en caso de violar las restricciones. Desde la reforma de la Ley de Tráfico en 2022, acceder a una ZBE sin autorización se considera una infracción grave, con una multa de 200 euros.
Además de las multas, el incumplimiento de las restricciones de acceso a las Zonas de Bajas Emisiones puede dar lugar a otros costos imprevistos. Por ejemplo, algunos conductores podrían tener que buscar estacionamiento alternativo fuera de estas áreas restringidas, lo que podría resultar en tarifas de estacionamiento más altas o en desplazamientos adicionales para llegar a su destino final. Estos gastos inesperados pueden afectar el presupuesto de las vacaciones y generar molestias adicionales para los viajeros.