Semana Santa es una de las épocas favoritas para hacer una escapada en familia. Y cuando decimos familia, cada vez más incluimos en ella a nuestras mascotas. Los perros y los gatos, especialmente estos últimos, son muy sensibles a los cambios. Un viaje en coche puede suponerles un auténtico estrés si no se planifica bien.
Salir de su zona de confort, oír ruidos nuevos, pasar horas encerrado en un coche… son situaciones que pueden desestabilizar a tu mascota, provocarle ansiedad, mareos o incluso agresividad. Pero no te preocupes: con unos cuantos preparativos previos, puedes conseguir que tu peludo compañero viaje mucho más cómodo y tranquilo.
4Evita que coma justo antes de salir

Otro consejo básico, pero que no todos aplican: no alimentes a tu mascota poco antes del viaje. Comer justo antes de ponerse en marcha puede aumentar el riesgo de mareos, náuseas y vómitos. Además de ser incómodo para el animal, te obligará a lidiar con la limpieza y el malestar en pleno viaje.
Lo ideal es que su última comida sea al menos 3 o 4 horas antes de salir. Así, el estómago de tu peludo tendrá tiempo suficiente para digerirla y evitarás sustos por el camino. Eso sí, mantenlo hidratado: asegúrate de que tenga disponible agua fresca, especialmente en trayectos largos o con calor.