Son cada vez más las familias que tienen mascotas en casa. De hecho, según el último censo, se calcula que en nuestro país más de 9 millones de perros y cerca de 6 millones de gatos conviven en los hogares. Viajar en coche con nuestros amigos peludos se ha convertido en algo habitual, pero a la hora de desplazarse conviene extremar las precauciones, no solo durante el traslado en el automóvil, sino también en las pausas o paseos, para evitar atropellos.
Según los datos de la Dirección General de Tráfico, en el año 2022 se produjeron 3.406 accidentes viales por el atropello de perros (3.155) y gatos (251), lo que supone un 5,12% más respecto al año anterior, en el que se registraron 3.240 siniestros.
Las cifras indican que la mayoría de estos atropellos, el 70,58%, se produjeron en carreteras secundarias y vías interurbanas (2.404), mientras que el 29,41% ocurrió en autopistas y autovías (1.002).
La hora del día más peligrosa para las mascotas
Las estadísticas también ponen de manifiesto que los atropellos de mascotas se concentran principalmente en cuatro comunidades autónomas. Andalucía, Galicia, Castilla y León y Castilla-La Mancha sumaron el 70% del total de accidentes con perros y gatos.
También hay unas horas del día determinadas que concentran una mayor accidentalidad entre las mascotas. En concreto, el 42% de los atropellos se produjo en la franja horaria de las 00:00 a la 14:59 horas mientras que el 58% ocurrió entre las 15:00 y las 23:59 horas.
Además, si a los atropellos de mascotas se suman los de animales silvestres, en 2022 la cifra alcanzó los 35.661, lo que supone un aumento del 11,5% respecto al año anterior. De ellos, 505 fueron accidentes con víctimas de tráfico, con 2 fallecidos y 637 heridos, mientras que el resto fueron siniestros con daños materiales.
Estas cifras han motivado que la Fundación RACE y Royal Canin hayan puesto en marcha una campaña de concienciación en la que piden a los conductores y propietarios de mascotas extremar la precaución para garantizar su bienestar y seguridad en los desplazamientos, evitando los atropellos de los animales de compañía en entornos urbanos e interurbanos.
Para la Fundación RACE, las carreteras secundarias son las que siguen concentrando mayor siniestralidad y «las que necesitan mayor inversión para su mantenimiento, mejora en la señalización e investigación para que, mediante auditorías, se conozca el origen del problema y se realicen las intervenciones necesarias en los puntos más peligrosos», explican.