Viajar con tu perro en el coche puede ser una experiencia maravillosa o una pesadilla. No solo por la comodidad o el estrés del animal, sino también por algo que muchos pasan por alto: las normas de tráfico. Porque sí, llevar mal a tu perro en el coche puede terminar en una multa de la Guardia Civil que te arruine las vacaciones… y el bolsillo.
La Dirección General de Tráfico (DGT) lo tiene muy claro: las mascotas deben viajar de forma segura y no interferir en la conducción. Incumplir esa obligación supone sanciones de hasta 500 € e incluso la pérdida de puntos en el carnet. Por eso, en este artículo, te explicamos cómo debes transportar a tu perro correctamente en tu próximo viaje.
5Conduce sin temor a la Guardia Civil
Según el artículo 18 del Reglamento General de Circulación, el conductor debe mantener su propia libertad de movimientos, el campo de visión necesario y la atención permanente a la conducción. Cualquier elemento que lo impida, incluso una mascota suelta, puede ser motivo de sanción.
La normativa no detalla sistemas de retención concretos. Pero si, en un control, la Guardia Civil ve que no llevas al perro de forma segura, te podrán parar e incluso inmovilizar el coche hasta que soluciones el problema. Además, en caso de accidente, el seguro podría no cubrir los daños causados por el animal.