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Viajar como un presidente de los Estados Unidos ahora es posible

Hace unos días tuviste la oportunidad de hacerte con un impresionante Lamborghini Diablo VT Roadster que perteneció al presidente de los Estados Unidos Donald Trump. Pero aquella criatura alcanzó una cifra de venta en la subasta de Barrett-Jackson que jamás había alcanzado una unidad semejante en toda la historia, dejando a esa maravilla de la firma de Sant’Agata Bolognese fuera de la inmensa mayoría de los mortales.

Sin embargo, si eres un apasionado del mundo de las cuatro ruedas, así como de la historia de los Estados Unidos, vuelves a tener la ocasión de hacerte con un vehículo realmente especial, porque esta limusina que ahora mismo tienes delante de tus ojos fue utilizada por el presidente número 36 de los Estados Unidos: Lyndon Baines Johnson. Pero también viajó en ella Jacqueline Kennedy.

Te puedes llevar a casa el coche del presidente de los Estados Unidos

1964 Chrysler Imperial Crown Ghia. Presidente. Imagen trasera.

Serán los especialistas de Mecum quienes subasten el mes que viene en Glendale esta sensacional limusina, que en realidad nace desde la base de un Chrysler Imperial LeBaron de 1964. Sin embargo, el artesanal carrocero italiano Ghia lo transformaba debidamente en esta limusina que ahora busca nuevo hogar. Y aunque no es precisamente el vehículo más bello sobre la faz de la tierra, ten en cuenta que Ghia tan solo llegó a construir diez unidades.

Esa carrocería de clásico diseño presenta un sinfín de detalles cromados, los cuales contrastan con el sobrio color negro que luce este vehículo presidencial. Se dice que solo el trabajo de pintura, que además es el original, demandaba más de 30 días de artesanal trabajo. Aunque no es todo lo que hay de original en esta limusina en la que viajó el presidente Lyndon Baines Johnson, pues se dice que hasta los neumáticos son de la década de los años ‘60. En ese exterior también vemos unos ‘faros de desfile’ en color rojo, así como una capota de estilo landau para dejar al descubierto su parte trasera.

Un vehículo concebido para cumplir con sus funciones

1964 Chrysler Imperial Crown Ghia. Presidente. Imagen interior.

El cuero de color negro también inunda el interior de esta limusina, que presenta un espacio reservado al chófer y otro muy diferente para sus ocupantes traseros, que gozan de gran espacio, molduras de madera natural, suave cuero y lana de color gris… Para separar ambas zonas se creó una mampara central que tiene accionamiento eléctrico.

Se dice que para animar a este sensacional y enorme vehículo, bajo su capó se esconde un corazón 6.8 V8 capaz de proporcionar 345 CV de potencia, enviados directamente a sus dos ruedas traseras por medio de un cambio automático con tres velocidades, que curiosamente se controla desde unos botones en el propio salpicadero del vehículo.

El presidente pagaba un solo dólar al año para disfrutar de esta limusina

1964 Chrysler Imperial Crown Ghia. Presidente. Imagen motor.

A pesar de sus 60 años de vida, esta limusina apenas ha recorrido 15.109 millas (24.315 kilómetros), y según se apunta, por aquellos entonces costaba una verdadera fortuna, porque se habla de 18.500 dólares (17.170 euros). Ahora bien, supuestamente el fabricante americano Chrysler se lo prestaba a la Casa Blanca con el mejor servicio de renting que hayamos visto en toda la vida, porque el presidente tan solo pagaba un dólar al año por disfrutar de este sensacional vehículo.

Los chicos de Mecum no han realizado ninguna estimación sobre el precio por el que esta limusina podría llegar a cambiar de manos. Sin embargo, se espera que sean muchos entusiastas quienes pongan sus cuentas corrientes a temblar, porque se sabe que está perfectamente documentado gracias a fotografías, vídeos e informes de la propia Casa Blanca.