En el entramado de las carreteras, la seguridad ocupa un lugar central en la mente de todo conductor. Sin embargo, existe una realidad en las vías que demanda una atención aún más cautelosa: los denominados «puntos negros». Estos tramos, donde en el transcurso de un año se han registrado tres o más accidentes con víctimas en una separación máxima de 100 metros, representan una amenaza latente en la ruta.
En este artículo, exploraremos a fondo la definición de los puntos negros en el contexto de las carreteras de España, analizaremos con detalle los segmentos de mayor riesgo y examinaremos las estrategias de identificación y afrontamiento de estos puntos de alto peligro.
3Enfrentando los desafíos viales: estrategias de identificación y control
La DGT implementa medidas orientadas a disminuir la siniestralidad en los puntos negros. Dichos tramos son propensos a una señalización más destacada y a una vigilancia más intensa, con el objetivo de alertar a los conductores sobre el riesgo implícito. El respeto a los límites de velocidad y la evitación del uso del teléfono móvil al volante son precauciones esenciales al circular por estas zonas.
Recientemente, se ha perfeccionado la metodología para identificar los puntos negros en las carreteras españolas. Se ha adoptado el Programa Internacional de Evaluación de Carreteras iRAP, que analiza en profundidad los tramos de mayor riesgo a lo largo de un periodo de tres años. Además de la gravedad de los accidentes, se considera el perfil de los usuarios involucrados en los incidentes. Asimismo, se ponderan criterios de homogeneidad en función del tipo de vía, como cruces, intersecciones y servicios auxiliares.
